El destino en los vehículos autónomos no es tan excitante como el viaje

Todo el mundo tiene una opinión sobre los vehículos autónomos: mi suegra piensa que es una locura, mi hija quiere uno para poder publicar un Insta-Tweet-a-Snap en lugar de conducirlo, mi esposa no tiene interés, mientras que mis amigos y yo tenemos curiosidad pero ninguna prisa de probar uno. Dejemos a los aficionados a la tecnología tomar la iniciativa: podemos esperar una década o dos.

En verdad, realmente no importa lo que los demás piensen, los vehículos autónomos ya son una realidad. Y no es tanto porque haya un enorme interés público por parte de posibles pasajeros o porque los retos técnicos de repente han sido superados. Lo emocionante de los vehículos autónomos es el reto en sí, y lo que se puede aprender en el camino.

Desde los sensores y la inteligencia artificial (IA) hasta la seguridad y vigilancia, los mismos presentan problemas en tantos frentes que la innovación y el trabajo metódico requeridos para lograrlos cosecharán beneficios para la automatización del vehículo así como para muchas industrias asociadas. Al momento, los avances en la IA necesarios para la función de reconocimiento y clasificación han provocado una explosión en la innovación de la IA que se ha extendido a otros ámbitos, tales como el reconocimiento de patrones y la extracción de características en los campos de la medicina, la vigilancia y la seguridad.

Aún así, resta mucho trabajo por hacer. Algunas opiniones e ideas salieron a relucir durante un panel que tuvo lugar en el evento NIWeek.

Kamal Khouri, vicepresidente de la línea de productos ADAS en NXP Semiconductors ofreció una opinión filosófica y cautelosa.

"Quiero centrarme en la seguridad y la protección", declaró. "Los científicos deben comprender el impacto de su descubrimiento", agregó, refiriéndose a la necesidad de ser conscientes de lo que se está creando y su potencial para usos tanto positivos como negativos. "Pero yo soy ingeniero, no científico. Me dedico a solucionar problemas".

Los problemas que Khouri señaló comenzaron con la seguridad funcional, que los ingenieros automotrices conocen muy bien por ser parte de ISO 26262. Sin embargo, surgen dos nuevas dimensiones de seguridad con los vehículos autónomos: las conductuales y las ambientales (Figura 1).

Figura 1: Los ingenieros automotrices están familiarizados con la seguridad funcional, pero los vehículos autónomos agregan dos nuevas dimensiones: la seguridad conductual y la seguridad ambiental. (Fuente de la imagen: NXP Semiconductors)

La seguridad conductual se refiere a obedecer normas tales como detenerse en un paso peatonal, frente a ciclistas y peatones impredecibles, mientras que la seguridad ambiental significa reaccionar frente a ciertas anomalías ambientales, tales como los baches, árboles caídos y otros obstáculos.

Sin embargo, existen otro peligros, tales como las fallas de seguridad del vehículo conectado V2X que podrían hacerlo vulnerable al control remoto y la militarización.

Bryant Walker Smith, Profesor Asistente de la Escuela de Derecho en la Universidad de Carolina del Sur, ayudó a desarrollar los ahora bien conocidos niveles SAE para vehículos autónomos, y actualmente es asesor para ciudades, estados y países en relación al modo de abordar las leyes y restricciones relacionadas con los vehículos autónomos. Citando a Elon Musk, expresó que "Todo es beta". En este caso, la validación, la verificación y la simulación son tan importantes como la detección, expresó.

Sin embargo, hizo un comentario en particular, refiriéndose a los diseñadores y las empresas automotrices. "Las normas son importantes, pero la clave no es preguntarse si un producto es seguro, sino si las empresas que avalan estas tecnologías son confiables". En cada etapa de la cadena de suministro, desde los proveedores de semiconductores hasta el software y los subensamblajes, los clientes deben preguntar, "¿Qué está haciendo? ¿Por qué considera que es esto seguro? Y ¿por qué debemos confiar en usted?". Apremiantes cuestiones de hecho.

Para Smith lo importante es que todos los que realizan pruebas de autoconducción deberían proporcionar un informe de seguridad.

"Compartir los éxitos y los fracasos", declaró. "Estas tecnologías crearán tantas nuevas oportunidades, así como un gran potencial… y responsabilidad".

"Los accidentes son inevitables", dijo, "pero eso no significa que cada accidente en particular sea inevitable". Esto refuerza el compromiso con la seguridad, señaló, "pero no afecta, en última instancia, el tipo de desarrollo que estamos viendo".

Cuando se producen accidentes, como predicen muchos ingenieros (tanto los optimistas como los escépticos por igual) esto será un fracaso del entorno de prueba y no del vehículo, dijo Kamal. Esto pone un peso adicional de responsabilidad en los ingenieros de pruebas.

Sin embargo, con respecto a la responsabilidad, Smith predice que se dilucidará de la misma manera que los accidentes en la actualidad, basándose en las leyes y en los detalles del accidente.

Sin embargo, a los diseñadores les gustan las garantías y están ansiosos por ver que los estándares funcionen para garantizar la seguridad y reducir la responsabilidad legal. Pero Smith cree que necesitamos más innovación en comparación con las normas de seguridad. Muchos en la industria son más que conscientes de que los estándares, si se introducen demasiado pronto, pueden ahogar la innovación.

En efecto, la innovación es la palabra clave cuando se trata de vehículos autónomos. Los desarrolladores están trabajando con las redes neuronales y los coeficientes correctores para asignar a los distintos parámetros. Están buscando equilibrar la percepción de la profundidad de las cámaras con la capacidad del radar de ver a través de la niebla y alrededor de las esquinas. El sistema Lidar puede ver en 3D, mientras que el sónar tiene un alcance limitado. Si bien ha existido un debate sobre qué modalidad temprana fue la mejor, pronto se hizo evidente que, debido a la naturaleza de los problemas, todas las modalidades de detección útiles deben ser fusionadas para optimizar la seguridad.

La innovación, el entusiasmo y el tiempo superan el escepticismo

Con toda certeza, la conducción automatizada es parte de nuestro futuro. Muchos diseñadores afirman lo contrario, haciendo hincapié en los problemas y los temas relacionados con la responsabilidad. Sin embargo, los despliegues de flotas dirigidas ya están en marcha en entornos controlados, y la empresa Waymo acaba de anunciar que podría asociarse con Walmart y otras empresas para llevar clientes a las tiendas.

Este es uno de los modelos de negocios que pocos previeron. Puede que funcione para los jóvenes, los valientes, las personas con discapacidad o los ancianos que se beneficiarían largamente de la libertad que puede proporcionar, y a quienes no les importa ir en el carril lento.

En el ínterin, el ímpetu detrás de este emprendimiento huele de viajes espaciales: muchos están decididos a llegar allí simplemente porque creemos que podemos. En el camino, las innovaciones y descubrimientos que se logren seguramente beneficiarán a toda la industria.